Hace unos cuantos años, quizás más de quince, mi querida amiga Pepi, me enseñó un lugar que sabía me iba a gustar. Era la Asociación Uruguaya de Boxeo y allí conocí a Antonio Canedo, gran entrenador de púgiles. Realicé durante tres veranos, unas cuantas sesiones de fotos que pueden resumirse en mi portfolio Boxing Club; pero ésta vez le pedí